Un caramelo de 85.000 millones

Desde que estallará la bomba subprime en Estados Unidos, hace ya siete largos años, la ciudadanía  sigue contemplando perpleja a los desvaríos del sistema económico. Lejos queda ya el tiempo de expansión en el que sólo nos preocupábamos de la recogida de beneficios. Ahora toca sacar el paraguas y soportar el chaparrón. Una tormenta tan impredecible que la población no sabe hacia donde tornar su protección ante la irracionalidad de las noticias que llegan. La R.A.E. define la palabra ‘irracional’ en su segunda acepción como «opuesto a la razón o que va fuera de ella«.

Pero remontémonos al origen de la cuestión. Hace un año el Gobierno de Estados Unidos anunció la puesta en marcha de un nuevo plan de estímulos económicos conocido como Quantitative Easing 3 (QE3). A través de este transatlántico la Reserva Federal (FED) inyectaría 85.000 millones de dólares mensuales para la compra  de bonos gubernamentales (deuda pública) y bonos de empresas. Con esta medida se buscaba reactivar el consumo y la concesión crediticia por parte de la banca, usada por el Gobierno Federal como filtro para hacer llegar ese dinero a las familias. Pero si algo nos enseñó Iñaki Urdangarín es que no es oro todo lo que reluce. Y tratándose de dinero, no iba a ser menos. Ben Bernake, presidente de la FED, sólo puso una condición a la barra libre de dólares: alcanzar una tasa de desempleo del 6,5%. Y de aquellos barros, estos lodos.

Lo irracional de la historia comienza aquí. En los últimos días dos buenas noticias han saltado el charco para instalar un pequeño caos en la Bolsa. En primer lugar, la tasa de desempleo en EE.UU. ha bajado hasta el 7,2% del mes de octubre. Sí, casi cuatro veces menos que en España. Y segundo, que el PIB norteamericano creció un 2,8% en el tercer trimestre. Sí, también seis veces más de lo que se espera de nuestro país en 2014. Pero la élite financiera no ve nada bueno en estos datos. ¿Por qué? Muy sencillo, el buque estadounidense comienza a quebrar el hielo como antaño con la consiguiente sombra de cierre sobre el programa QE3 que tanto bien ha hecho a los frágiles balances bancarios. Sólo así se entiende que el pasado 22 de octubre, fecha en que se conocieron los datos de empleo de Estados Unidos, el dolar cerrará la sesión bursátil con caídas. Sólo así se comprende que el 7 de noviembre, día que se publicaron los datos del PIB norteamericano,el Dow Jones se dejará un 0,97%. Y sólo así desciframos porqué el Ibex 35 cayó un 1% esa jornada, anestesiando la euforia provocada por la bajada histórica de los tipos de interés del BCE.

Resultado Ibex 35 07/11/2013

El tapering, o reducción progresiva de la inyección de activos desde la FED, se acerca. Los analistas lo saben, la banca lo sabe y los inversores, también. Enero de 2014 parece la fecha marcada por la Reserva Federal para graduar la impresión de billetes. Los ejércitos llevan meses velando armas a la espera de la guerra entre la institución monetaria y los pasillos de Wall Street. Cuanto menor sea el dinero público, mayores serán los números rojos. A nadie le gusta que le quiten un caramelo de 85.000 millones de dólares.

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